Diversos estudios y reportes de seguridad en Argentina han permitido comparar de forma objetiva la incidencia de delitos en áreas donde se han implementado sistemas de alarma y videovigilancia frente a aquellas donde aún no se han adoptado estas tecnologías. Según datos de observatorios locales, las zonas equipadas con sistemas modernos muestran hasta un 40% menos de incidentes delictivos, lo que evidencia la efectividad de estas soluciones en la prevención de robos y allanamientos.
Esta diferencia es aún más notable cuando se evalúan casos específicos. Por ejemplo, empresas que han instalado sistemas de monitoreo en tiempo real no solo han experimentado una disminución en los hurtos, sino que también han reducido el tiempo de respuesta ante situaciones de emergencia, colaborando activamente con las fuerzas de seguridad locales. En el ámbito residencial, familias que han invertido en tecnología de seguridad viven con la tranquilidad de saber que sus hogares están protegidos, mientras que aquellas que no cuentan con estas herramientas se ven expuestas a mayores riesgos y pérdidas potenciales.
Además, el aspecto económico resulta decisivo. Los sistemas de seguridad actuales permiten una instalación rápida sin interrumpir las actividades diarias, y su costo inicial es accesible para la mayoría de los presupuestos, lo que democratiza el acceso a medidas de protección de alta calidad.